Salgo
a dar un paseo virtual por esos mundos y me encuentro deslizadamente con el
alma común, pues yo reclamo un pedazo de tanta hondura, amor, serenidad.
Imágenes bellísimas que invitan a interiorizar la atención sobre los propios
sentimientos que al tocarlos siquiera con un roce liguero de consciencia se
revelan eternos de sentido. Amigos, no abrazados me envuelven con su luz y
cariño, no pensaban en mi, o tal vez sí, quién puede estar seguro a estas
alturas. Probablemente no ponemos cara a quien escribimos, ni cuerpo, ni
mirada, pero intuimos que un algo muy potente, que engancha y nos anima a
seguir derramando nuestro néctar del Alma, primorosamente, con cariño, tanto,
que duele un poco, como si uno pariera un trozo de sí mismo y lo donara a la
vida, sin otro gusto mayor que el del regalo. ¿Qué es esto, quién o qué lo provoca,
dónde nos toca, qué inunda?. Yo, emocionada quisiera conectar con la humanidad
toda, y contagiarla de un instante de paz, de amor, de gloria. Yo, emocionada,
gesto un aroma a violetas para envolver la esencia que derrama mi amor por tus
quimeras. Yo no soy más que una flor silvestre que perpetúa su especie
confiando en el aire que transporta mis genes. Yo, no soy lo que quisiera, pero
emocionadamente me entrego a la vida, porque estas tú y eso me llena.
miércoles, 1 de febrero de 2012
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