NAVIDAD

“La Navidad es momento de interiorización, meditación y replanteamiento de vida. Es periodo de latencia y de Amor profundo. Como la semilla que, plantada en la tierra es abrigada por su Amor y protección hasta que brota de ella la Vida que hasta entonces estaba en potencia en ella contenida, en Navidad el tiempo es propicio para proteger y acunar el Alma, para que de ella broten nuevas realidades y nueva Vida.

En tiempo de Navidad, las energías de Vida del Sol no están visibles a los ojos, se hayan ocultas y silentes a nuestra percepción para luego renacer de nuevo a nuestra vista. El Sol renace de la oscuridad. Nuestro Sol interior también renace en Navidad tras un periodo de latencia transformadora.

En periodo de Navidad, los hombres deberíamos permanecer dentro de nosotros mismos interiorizados y dedicados en el replanteamiento de nuestra Vida, de nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y acciones. Todos los hombres somos responsables de nuestra propia semilla, de mantenerla cuidada, abrigada y regada con Amor verdadero. Cada semilla, cada hombre, trae una misión al Mundo, ésta se haya escondida y latente en su Alma, cuidando y amando la semilla, ésta se abrirá y dejará salir al exterior la maravilla de la Vida. Cada Vida y cada semilla es diferente, única y auténtica.

El tiempo de Navidad nos recuerda nuestra responsabilidad de cuidar nuestra Alma para que de ella nazca la VIDA ÚNICA que enriquecerá al Mundo”.