Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, sin importar raza, color, lengua o credo habrán ideado un Mundo dulce y gustoso con ríos de mermelada, lluvia de pétalos caramelizados de rosas silvestres, incluso con nubes de dulce de algodón y montañas de merengue blanquísimo.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, a pesar de las aparentes diferencias, habrán surgido visiones de dragones traviesos y revoloteadores a modo de atizadores alrededor de los fogones de las Magas que elaboran las piruletas multicolores y multisabores.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, aunque las distancias sean grandes entre sus países, habrán aullado a la luz de la Luna jugando a imitar a los Lobos de las estepas que rondando a la Lunera solicitan que los riegue con su lluvia de perlas nocturnas y dulcísimas de confitura de fresa y canela para luego dormirse en el seno tranquilo de la cueva donde el clan Lobero saciará el cansancio y la sed en su manantial de agua de coco.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, siendo éstos ya mozos y, mostrándole al mundo su derroche vital, pensarán en lo bonito que hubiera sido compartir con otros niños amigos sus sueños infantiles y tomar una taza de rico chocolate rosa con pastelitos de cereza brillantísima y coqueta.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, ya jóvenes atrevidos y comedores de vida, dan sus pensamientos, sentimientos y obras a la solidaridad con otros jóvenes, niños y ancianos del mundo, acompañándoles, jugando y escenificándoles sus recuerdos de niños de antaño que soñaban con mundos de chocolate, dulces y generosos para todos sus habitantes.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, padres de otros niños se esmeran en hacerles la vida dulce, les cuentan cuentos de casitas de chocolate y de caminitos de regreso al hogar señalado con miguitas de pan de azúcar. Cómo velan los niños de los niños, obedientes y cariñosos para proteger ese tesoro de moneditas de chocolate que es la inocencia que se añora.
Cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, adultos que se esfuerzan amorosos por sus niños que avanzan, los contemplan tiernos y dulces como los caramelitos que ellos mismos tomaban en las fiestas de cumpleaños de sus amiguitos. Cómo añoran los niños su niñez fugaz que preciosamente acunan la transparencia de un recuerdo casi olvidado de tan guardado en lo profundo de su corazón.
Y por fin, cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, los niños eternos, los que habiendo vivido todas las etapas del hombre, activan sus recuerdos más lejanos y los unen a los del tiempo medio y los del actual diario. Los ahora niños- abuelos hacen de la mezcla de los tiempos un arte de chocolatear y endulzar sus vidas y las de sus nietos. Qué precioso observar a un grupo de niños eternos en el parque, en un paseo campestre, de visita al museo o al zoológico y sobre todo que hermosura la del abrazo entre los niños eternos donde el trasvase de conocimientos de chocolate hace una tarta gigante que es nuestro PLANETA DE CHOCOLATE.
Desde Armonía Índigo. Besos dulces y amorosos a todos los Niños Eternos del Mundo para que en 2009 se cumplan todos sus sueños de chocolate.
Y por fin, cuántas veces en la Imaginación de los niños del mundo, los niños eternos, los que habiendo vivido todas las etapas del hombre, activan sus recuerdos más lejanos y los unen a los del tiempo medio y los del actual diario. Los ahora niños- abuelos hacen de la mezcla de los tiempos un arte de chocolatear y endulzar sus vidas y las de sus nietos. Qué precioso observar a un grupo de niños eternos en el parque, en un paseo campestre, de visita al museo o al zoológico y sobre todo que hermosura la del abrazo entre los niños eternos donde el trasvase de conocimientos de chocolate hace una tarta gigante que es nuestro PLANETA DE CHOCOLATE.
Desde Armonía Índigo. Besos dulces y amorosos a todos los Niños Eternos del Mundo para que en 2009 se cumplan todos sus sueños de chocolate.
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