Como en una gigantesca tarta de múltiples pisos, la verdad se nos presenta como un multinivel de realidades superpuestas e interconectadas entre sí, no podemos abarcarlas todas, ni tampoco desde nuestro estadio de evolución somos capaces de observarlas desde la suficiente perspectiva.
Cuando hacemos un cambio brusco de un nivel a otro, sentimos que todas nuestras referencias se trastocan, incluso cuando lo que nos sucede es algo bueno, no importa, la digestión de las referencias, la sustitución de unas por otras es algo que nos lleva tiempo, consciencia e integración.
Estamos inmersos en un bucle de gigantescos cambios a lo largo, ancho y profundo de nuestras múltiples realidades, es el gran cambio. Sabemos que es inmenso e intenso, pero no somos conscientes de cómo afrontarlo, con qué herramientas, ni siquiera nos damos cuenta de la cercanía o la inmediatez de las decisiones que estamos impelidos a tomar y con ellas, sus consecuencias y transcendencias.
Al mismo tiempo es un Milagro maravilloso, un privilegio extraordinario estar presente en tamaño acontecimiento mundial, pero sobre todo es una responsabilidad sin parangón. Estamos haciendo entre todos, actuemos o no, lo que serán las bases de una nueva manera de habitar el mundo y habitarnos a nosotros mismos.
Seguro que en más de una ocasión, nos hemos preguntado cómo ha podido llegar la humanidad a este estado de abandono espiritual zancadillearse tanto y tan seriamente. Hoy la toma de decisiones incluso, la ausencia de ellas están tejiendo la malla sobre la que se sostendrán las relaciones entre los seres humanos y su planeta, con todo lo que ello supone.
Realmente, el asunto requiere de pararse en seco y mirar atentamente a nuestro alrededor y al interior por supuesto. Dependiendo de lo valientes que seamos en el aguante de la confrontación con la más inmediata de nuestras realidades, obtendremos el éxito con el cual seremos capaces de reparar, construir y transmutar los paradigmas que vamos a necesitar en el futuro.
Pero no quiero dejar pasar por alto el hecho importantísimo de reciclar el presente. La tarea es ingente pero posible, el reto se nos encarama a lo alto de la cima más elevada. Pero la recompensa es inimaginablemente hermosa. Tomen su porción de verdad y hagan lo propio. Es un asunto vital.
Cuando hacemos un cambio brusco de un nivel a otro, sentimos que todas nuestras referencias se trastocan, incluso cuando lo que nos sucede es algo bueno, no importa, la digestión de las referencias, la sustitución de unas por otras es algo que nos lleva tiempo, consciencia e integración.
Estamos inmersos en un bucle de gigantescos cambios a lo largo, ancho y profundo de nuestras múltiples realidades, es el gran cambio. Sabemos que es inmenso e intenso, pero no somos conscientes de cómo afrontarlo, con qué herramientas, ni siquiera nos damos cuenta de la cercanía o la inmediatez de las decisiones que estamos impelidos a tomar y con ellas, sus consecuencias y transcendencias.
Al mismo tiempo es un Milagro maravilloso, un privilegio extraordinario estar presente en tamaño acontecimiento mundial, pero sobre todo es una responsabilidad sin parangón. Estamos haciendo entre todos, actuemos o no, lo que serán las bases de una nueva manera de habitar el mundo y habitarnos a nosotros mismos.
Seguro que en más de una ocasión, nos hemos preguntado cómo ha podido llegar la humanidad a este estado de abandono espiritual zancadillearse tanto y tan seriamente. Hoy la toma de decisiones incluso, la ausencia de ellas están tejiendo la malla sobre la que se sostendrán las relaciones entre los seres humanos y su planeta, con todo lo que ello supone.
Realmente, el asunto requiere de pararse en seco y mirar atentamente a nuestro alrededor y al interior por supuesto. Dependiendo de lo valientes que seamos en el aguante de la confrontación con la más inmediata de nuestras realidades, obtendremos el éxito con el cual seremos capaces de reparar, construir y transmutar los paradigmas que vamos a necesitar en el futuro.
Pero no quiero dejar pasar por alto el hecho importantísimo de reciclar el presente. La tarea es ingente pero posible, el reto se nos encarama a lo alto de la cima más elevada. Pero la recompensa es inimaginablemente hermosa. Tomen su porción de verdad y hagan lo propio. Es un asunto vital.
Cuando sepas qué mensaje quieres trasmitir, sabrás lo que tienes que hacer, ¿lo entiendes?
NO se puede ayudar a nadie hasta que no se le conoce.
2 comentarios:
Estoy un poquito asustada, tanta responsabilidad me ha hecho buscar enseguida dónde enterrar la cabeza. Me quedaré enterrada hasta que necesite respirar y, para entonces, espero haber digerido las referencias.
Hacen falta mensajes como éste, es que una a veces se olvida de ciertas cosas.
Besos a los dos.
Querida Amiga Nina, nuestra pretension es animar. Sabemos de la seriedad de la vida, pero también de que hasta que no seamos capaces de verla como niños se nos escapara el verdadero y lúdico sentido de VIVIR.
Te estimamos y enviamos nuestro cariño sin limites.
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