“NO HAY CAMINO PARA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO”.

Mahatma Gandhi
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lunes, 19 de diciembre de 2011

martes, 6 de diciembre de 2011

LA MIRADA BELLA



En el eco silencioso de la noche, cuando todo duerme, hasta la luz, se activan recónditos lugares indefinidos de un mundo interno y profundo que se empeña en emerger, precisamente en dichas circunstancias…, luego, siempre me pregunto del porqué de ese caprichoso insomnio programado. En ese mundo mágico donde todo es posible, miles de ideas insólitas, pensamientos imposibles y un sortilegio de emociones que lo envuelven todo, surge una visita tardía que rigurosamente formal acude con gesto impertérrito, es como les diría yo, una especie de fábula de sensaciones, siempre misteriosa e ilusionante aun sin contener atisbo alguno de contenido intuido. Sencillamente llega como una onda de ánimos renovados, de esperanzas preñadas de sueños armoniosos, es la ilusión hecha materia y es que, se nota por dentro como le va inundando a una desde la base del cuerpo y, al mismo tiempo esa inundación obliga a que lo anteriormente contenido se escape por los poros de la piel. Te renuevas como cuando muda la flor más sensible, despacio, imperceptible a la vista, puesto que parece que nada acontece, pero por dentro ya lo creo que está teniendo lugar una transformación. Es más largo explicar el efecto de dicho fenómeno que el hecho mismo, pues todo sucede en milésimas de segundo pero se hace un éxtasis tan sublime en el alma que te parece estar tocando la eternidad literalmente y hasta le da tiempo a la mente a imaginar que posiblemente cuando se muere debe de sentirse una sensación aun mayor de liberación si cabe. Así, entre sensaciones inusuales van apareciendo reflexiones sobre asuntos sobresalientes, la vida, la muerte, los cambios, los fracasos, las perdidas, los proyectos, las familias, los hijos, la pareja… en fin, lo dicho, lo importante. Sin embargo, no solemos contemplar todos estos asuntos desde la perspectiva, el ángulo, el cristal, la actitud que nos puede facilitar el acto y más aún tomar consciencia de que lo que nos está pasando es algo realmente insólito. Darnos cuenta es tan especial y gozoso que si de verdad esto se enseñara en la escuela me atrevería a decir, que los niños irían al cole con un apresuramiento mañanero que ya lo quisieran para sí muchos adultos a la hora de incorporarse a su vigilia diaria. La Educación del Alma, seguramente decirlo así es un dislate de mi ego, ya que, el Alma probablemente todo lo sepa ya, bueno, no pretendo crear dudas a ese respecto, pero lo que de cualquier forma también parece muy probable, es que nuestra mente de todos los días, la que gobierna las cosas sencillas y pequeñas de la vida, no debe de estar muy enterada, puesto que hay muchas miradas vagas y distraídas por las calles como en busca incesante de la sorpresa mágica que les proporcione sentido y sensibilidad en sus vidas. Es desde esa necesidad que se adivina en los rostros anónimos en los que me miro y busco el reflejo de la vida, desde ese mismo punto que reclama a toque proclamado de estrepitoso silencio, que me hiere por dentro, desde donde les digo. Existe la mirada bella, esa cualidad humana que nos honra como la Naturaleza maravillosa que somos ya, sólo hay que descubrirla, desbrozar el camino de espinos o matojos que la tienen secuestrada en ese fondo de la oscuridad durmiente. Está ahí, esperando el beso del Amor fabricado desde la más íntima y sincera necesidad de darse al otro, una entrega sin condiciones, ni plazos, ni intereses.

      

martes, 24 de mayo de 2011

RE-EVOLUCIÓN VIRTUOSA


Por fin el aire trae sonidos de humanidad puesta en marcha, se han dado cita, estaba previsto en el programa de la vida, y se hacía de rogar. Imagino a los mayores, los luchadores de siempre, los que vieron surgir del lodo de entreguerras tanto y tan doloroso de pueblos enfrentados, las reivindicaciones a los poderosos, con aquellos medios que eran tan solo sus cuerpos maltrechos del hambre y la fatiga del alma. Me llegan como traídos por las alas del espíritu colectivo todas esas llamadas silenciosas que tantos y tantos guardaban en el fondo de su armario bien cerrado por temores y precauciones, desconfianzas de los cercanos, de los que también los tenían cercados, ideológicamente, claro. Cuánto se me alegra el cuerpo e “il cuore” de ver a los bien pertrechados de razones, estos jóvenes tan preparados, conocedores de la herramienta de su tiempo, el medio informático que los ha criado como son, curiosos, emprendedores, estimulados por miles de datos a la velocidad del rayo para sentirse satisfechos del acto de una comunicación eficaz. Qué maravilla de inteligencia índigo puesta en acción, pacífica, ingeniosa, organizada, sin búsquedas de protagonismos particulares, poniendo al grupo, la humanidad como beneficiaria en su conjunto. No son sólo los de aquí, tampoco son sólo los vecinos de comunidad pre-unificada, también están los otros, los del hambre perpetua, los cansados del alma colectiva, los que resisten sin miedos ni esperanzas, pues, asumen el testigo de la cara oculta de esa misma humanidad que se levanta sobre sí misma, espero y deseo para rescatarse de sus sombras y gastadas excusas.

Levántate hombre, mujer, ser, humanidad toda, no te detengas ante fronteras, razas, religiones, ni culturas. Levántate y anda, háblate con la trasparencia que necesitas, sabes lo que amas, lo justo, también lo necesario en la extensión y la intensidad del buen planteamiento. Hazte dueña de ti, crece, responsabilízate y levanta la mirada al cielo, los ángeles te guardan, son ellos, los que partieron antes, los padres, los abuelos, todos te asisten porque saben que este por fin, es hoy tu tiempo.

jueves, 12 de mayo de 2011

PIRUETAS DE LUZ

 
Hoy lo he visto, asomaba en el brillo de sus ojos, eran muchos, están en todas partes. Los que tienen mayor intensidad son los recién llegados, pero no están solos, otros les acompañan protegiéndoles, aunque estos últimos, son un poquito apagados comparativamente, lo cierto es que parecen nutrirse unos de otros en aquellos aspectos más complementarios.
 
Me pregunto, ¿cómo ha sucedido, cuándo, dónde estaba yo?. Aullando por los rincones de mi alma, rogando porque el milagro se manifestara y, de repente esta aquí, mientras lloraba su ausencia, antes incluso de prepararle justo recibimiento. Aunque esto no es del todo cierto, se trataba mas bien de curarme la herida, una eterna que palpita en el fondo de mi alma, la nostalgia del regreso a casa, no soy la única, lo sé, muchos otros la sienten como un reclamo incesante.
 
Hoy he comprendido algo esperanzador para mí, pensaba que ese dolor silente era algo limitador, una especie de estigma de poca validez para la gran labor, sin embargo, una luz diminuta, pero extraordinariamente certera, ha perforado mis sombras, luego, apenas un instante después, esa luz ha irradiado millones de chispas en todas las direcciones. Por ese minúsculo espacio temporal se ha iluminado una dimensión nueva ante mi mente. No he podido atraparla, como siempre, pero la reconozco sobradamente, ha sucedido otras veces. Sé que a partir de este momento llegaran cambios importantes a mi vida, algunos contundentes y arrasadores, otros más sutiles y ensoñados tal vez, pero todos ellos necesarios para mi renacer, lo acepto y deseo también.
 
Espero, muy profundamente, que al compartir estas sensaciones con el Universo, éste me devuelva el cómplice guiño del contacto con seres afines, para salir de este secreto espacio personalísimo y poner lo aprendido al servicio Global.
 
Espero, siempre anhelo, esas Piruetas de Luz.





viernes, 14 de enero de 2011

GATUNO REGALO


Como el llorar de un niño, en la lejanía un maullar con insistencia se entendía con tremenda urgencia, era una tarde lluviosa y oscura, cuatro semanas antes de las Navidades. Cuando por fin logramos dilucidar sus rasgos entre la oscuridad, lo que sobresalía sin lugar a dudas eran sus dos ojos grandes, muy abiertos, vivísimos y clamadores de muchas atenciones. Abrimos la ventana, llegaba tiritando y sin dejar un instante de insistirnos su demanda, comida, calor, leche caliente..., no sabíamos por dónde empezar y su urgencia se torno la nuestra, pusimos al fuego la leche, desmigamos un trocito de bizcocho, le secamos con una toalla que sabíamos quedaría para otras eventuales urgencias de la misma naturaleza y algo nos tocó por dentro, sería sin duda su toalla.

Pero venía marcado, en la punta de su oreja izquierda, un pequeño corte le daba la inequívoca señal identificativa, por un lado respiramos tranquilos, seguramente sería de algún vecino y tan sólo se había extraviado en la tempestad anticipativa del invierno. Le vimos lanzarse al comedero raudo y mientras devoraba el alimento mantuvimos el respetuoso silencio de la fuerte impresión que provoca la puesta en acción del instinto de supervivencia, era sólo un cachorrillo, de no más de cuatro meses, y ya tan luchador y resistente. Se metió debajo de la chimenea, en el pequeño espacio que elevan sus patas resistentes y que sostienen un vientre de ascuas ardientes de reconfortante amistad forjada. Con otro tipo de ardor del que no quema, pero que marca, se nos coló el animalillo en el corazón. Le dijimos adiós, cuando el tiempo mejoró y comprendimos que pedía salir de nuevo al mundo, suspiramos y recompusimos el ánimo.

Una anécdota del mundo natural que, como tantos otros aspectos, nos sale al encuentro cuando menos te lo esperas. Prácticamente olvidado el asunto y en un día bien diferente, el sol invitaba a la ronda habitual, un encuentro casual con un vecino, parada de charla de cosas del campo... de repente, un maullar recordatorio para el humano y una voz que el pequeño gatito identificó como amistosa. Resultaba no ser del vecindario, si no un apegado al barrio en busca de hogar. Lo intentaba con ahínco pero, el exceso de responsabilidades le demoraban su sitio. Siguió a su voz amiga, al rastro de los perros con su amo, valiente el chiquitillo se camuflaba en los setos, mas avisaba de su presencia y carácter inconfundible. Resistió los desaires para evitar más emociones, pero no cedía. Después de una tarde de espera y unos cuantos carretillos de leña picada, él seguía erguido con su diminuta figurita desafiando a la afilada hacha, sobre un tronco grande al que le tocará el turno sin duda, más avanzado el invierno.

Le abrimos de nuevo la puerta y él acepto el gesto, ahora está en la casa, tiene un sitio de honor, casi siempre nuestros regazos. Ha conseguido hacerse su hueco, entre el resto de animales, pues su personalidad no consiente confusiones, es Gandalf el Mago, de mirada penetrante y abarcante, antifaz de trazos grises y pecho blanco como la nieve. Respiraba mal, incluso alarmante, llevamos tres semanas de tratamiento y el buen amigo veterinario ha seguido con sensible amor al animal, la mejor atención de su profesión.

Ha comenzado el nuevo año y a estas alturas, creemos que nos ha adoptado transformándonos el corazón en un espacio de amor con puertas batientes, damos gracias al cielo por este Gatuno Regalo.